Javier Martos: "Estaría dispuesto a dejar todo por la interpretación"

Si ya es difícil tener una vocación, Javier Martos tiene dos, la de militar y la de actor, vocaciones que aunque parezcan totalmente distintas, según demuestra Javier, son perfectamente compatibles. Él imagina que en algún momento pueda unir sus dos profesiones, pero según le cuentan, no parece ser el prototipo de militar español, a pesar de llevar treinta años en el ejército. Se considera una persona apasionada y trabajadora, siendo además, un gran amante del ser humano. Reside en Canarias, hecho que no parece ser un impedimento para trabajar en la península, porque está dispuesto a cualquier cosa por el mundo de la interpretación, mundo por el que lleva soñando desde que era bien pequeño. Agradecido ante todo, especialmente si hablamos de su relación con su representante Olga Lorente, que según parece, no solo le representa, sino que es también toda una maestra para él en este oficio. Entrevistarle ha sido conocer a alguien que realmente le gusta su trabajo y que, a través de sus palabras, te dan ganas de comerte el mundo, como desde siempre lleva haciendo él.

- ¿Desde cuando llevas en el mundo de la interpretación?

En el mundo de la interpretación yo creo que he estado siempre porque continuamente me ha gustado. A nivel profesional yo creo que desde que llegué a Tenerife, es decir, desde 1995, pero en particular desde que estoy con Olga Lorente como representante.

- ¿Qué te hizo empezar en el mundo de la interpretación?

Yo creo que es algo que se nace con ello. Es algo que viene desde pequeñito.

- ¿Cuando eras pequeño ya pensabas en llegar a ser actor a nivel profesional?

Desde pequeño yo soñaba con que vinieran y pidieran un niño para una película. Yo siempre soñaba con momentos así. Luego, más adelante cuando termino COU (Curso de Orientación Universitaria) y tengo que decidir cual va a ser mi camino, me encuentro con que tengo el corazón dividido en dos vocaciones: la de militar y la de actor. Al acabar COU me plantee si continuar con los estudios de arte dramático o irme a la Academia Militar para hacer la carrera militar. En ese momento tuve a mi hermano al que consulté, que era mi guía espiritual, y él me recomendó que fuera militar, que tuviera un futuro estable y luego me dijo que me buscara la vida de forma en que pudiera seguir con mi vocación actoral, pero ya dentro de una profesión que me permitiera vivir. Yo creo que fue una buena opción aunque la gente me dice que si hubiera seguido con la carrera de interpretación podría haber llegado a algo de entrada, pero yo no me arrepiento de aquella elección.

- ¿Cómo es compatibilizar dos mundos tan distintos?

En lo que se refiere al tiempo ahora tengo la suerte de estar en un destino que es muy administrativo, entonces los horarios están muy definidos y aprovecho las vacaciones o los días de asuntos propios para ir a Madrid a hacer castings o para algún rodaje. Yo siempre administro esos días y los utilizo para que no tenga problemas para poder compatibilizar los dos trabajos. A nivel de profesiones los militares somos muchas cosas: somos miembros de las fuerzas armadas, también hay gente que tiene su carrera de abogado, que pinta, que son artistas, gente que es deportista de élite, personas que han hecho psicología y como es mi caso, el ser actor. En Canarias me conocen como el actor militar en mi profesión de actor y en el ejército me conocen como el militar actor, entonces, los dos gremios, de momento, me respetan, que es muy importante y, al ser militar colaboran conmigo para que pueda seguir ejerciendo esta profesión. Todo lo llevo muy bien porque estoy rodeado de gente que en todo momento me está apoyando.

- ¿Crees que en algún momento tendrás que elegir entre una profesión y otra?

No es una cuestión de elegir entre una y otra de forma inmediata, sino que todo depende de los trabajos que me puedan salir a nivel actoral. El ejército siempre va a estar ahí y lo que va a hacer que tenga que elegir entre una profesión y otra siempre van a ser los trabajos actorales. Este mundillo es muy inestable, ya que, puedes tener un trabajo que te puede durar solo un día, por lo tanto, no se puede discriminar el ejército en ningún momento. Algo que podría pasar pero que no me ha ocurrido todavía y que por supuesto, deseo que pase, es el hecho de que tengamos un trabajo que me pueda durar más tiempo. Cualquier caso lo tenemos contemplado y en ningún momento veo posible el que tenga que elegir entre uno y otro, porque pueden remar a la vez. Si empezamos a soñar y soñamos con que de repente no paran de contratarme, entonces sí, habría que tomar la decisión de dejar a un margen el ejército para dedicarme a lo otro y por supuesto, estoy dispuesto a ello, solo depende de lo que vaya ocurriendo, de lo que me vayan ofreciendo. Lamentablemente son casos muy puntuales y de momento son compatibles las dos cosas y no hace falta elegir. Pero estaría dispuesto a dejar todo por la interpretación.

- De todos los rodajes que llevas ¿Cuál ha sido la anécdota que no olvidas de todos ellos?

Más que una anécdota debo nombrar el último trabajo que he hecho con SIMPROMI, que es una empresa que se dedica a la colocación y a la formación de gente con discapacidades. Reconozco que ha sido el primer contacto que he tenido con personas discapacitadas y el trabajar con ellos me ha tocado la fibra, fue magnífico. El día que estuve con ellos en un taller de arte me pusieron con diez jóvenes con discapacidad física y trabajar con ellos fue algo increíble. Me enseñaron muchísimo y me di cuenta de lo limpios que son de corazón, cariñosos, como se entregaban a todo y como nada más entrar yo allí ya estaban preocupándose. Lo que ahora mismo tengo más en mente es el trabajo con estas personas que fue realmente una experiencia maravillosa.

- ¿El trabajo con la empresa SIMPROMI y con estas personas te ha marcado?

Si. Creo que todos hemos visto la película Campeones y al verla me di cuenta de que nos da unas cuantas lecciones que a mí me vinieron muy bien para poder afrontar este trabajo. La película creo que es como una asignatura que tenemos todos que superar y, ahora mismo el trabajo con esta gente verdaderamente me marcó, principalmente por estos jóvenes que hacen que vea ese trabajo como algo muy bonito. Hace ya meses que lo realicé y lo sigo comentando con la gente.

- Ya que has hablado de la película Campeones, al ver al actor Javier Gutiérrez trabajando con gente así ¿te imaginabas que te pudiera ocurrir algo parecido?

Si, siempre sueñas con papeles bombón como ese. Yo todos los días que veo una película, por muy mala o por muy buena que sea siempre me imagino que en algún momento me pueda caer algo así. Yo no selecciono los trabajos, yo quiero trabajar y todos los trabajos sean o no los más importantes, siempre me los tomo como si fueran los mejores del mundo, porque creo que esa es la profesionalidad. Creo que hay que trabajar 100% para lo que sea y cuando veo una película como ésta, claro que pienso en como me gustaría poder estar en un filme así.

- ¿Te imaginas que te tocase en algún momento de tu vida hacer de militar?

Hombre, yo creo que lo bordaría. Difícil no me iba a resultar, de hecho, en una ocasión me tocó hacerlo. Un director en Canarias, en un capítulo de una serie, unió mis dos vocaciones y él siempre lo recuerda como algo que solo supo hacer él y nadie más hasta el momento. Cuando he imaginado que eso ocurriese, siempre he pensado que lo bordaría, pero habitualmente la gente piensa que tengo pinta de cualquier cosa menos de militar. Quizá, por eso, es algo complicado que ocurra.

Cada persona tiene un perfil y nadie apostaría porque yo fuera militar, ya que, no parezco el típico militar español. Por suerte, el ejército español ha cambiado y no solo están los de bigote y flequillo aplastado. En esta profesión hay un abanico de posibilidades muy grande. Cuando yo entré en la Academia Militar, intenté camuflar mi pelo largo para que no me pillaran con él, y siempre he hecho todo lo posible para mantenerlo. Así ha sido durante treinta años que son los que llevo en este oficio. Incluso mis compañero me reconocen que no parezco un militar, por tanto, me encantaría que me ofrecieran el papel de militar pero parece ser que no tengo el perfil.

- ¿Tienes algún referente en el mundo de la interpretación?

España tiene la suerte de tener a un actor como Luis Tosar. Me encanta Luis Tosar y además he tenido la suerte de vivir un pequeño cameo con él junto con Penélope Cruz en la película Mama. Si que es cierto, que aunque suene un poco sexista, yo siempre me fijo en como interpreta un actor y para mi Luis Tosar es el referente de toda España, es un máquina total. Aprendo mucho viéndole. Cuando estoy contemplando una película me paso el rato pendiente de como actúa y hay incluso a veces, que no disfruto de los largometrajes porque estoy pendiente de todos los detalles. Para mí, más que un ídolo, él es un maestro.

- ¿Tienes un papel en mente que te encantaría realizar?

Yo me atrevo con todo y me encantaría hacer tanto drama como comedia. Me da exactamente igual. Sí que es cierto que poder interpretar personajes profundos como aquellos que son capaces de ponerte la piel de gallina me apetece muchísimo. Hacer reír tampoco me disgustaría, pero me sentiría más cómodo en las escenas de cine serio. También me gustaría mucho poder aparecer en una escena de acción. Dado que soy militar, me encantaría ser el protagonista de una persecución por la ciudad. Las escenas de acción me gustan mucho porque puedes mostrar como eres capaz de moverte, puedes enseñar distintas habilidades y por tanto, esas escenas están entre lo que más me gustaría hacer. Aún así, me atrevo con todo. Estoy abierto a lo que me echen.

- ¿Si te tuvieras que definir como te definirías?

Creo que soy una persona muy apasionada y que además, todo lo que hago si realmente es lo que quiero hacer o es mi obligación, pongo toda la carne en el asador. En lo profesional soy muy trabajador y todo lo que hago en mi vida lo hago con mucha pasión. Soy un gran amante de la vida. También soy un gran humanista porque adoro al ser humano, no hay nada más por encima de él que me fascine tanto. Siempre me fijo en las personas y eso es algo que me viene a raíz de mi profesión. Los militares nos regimos por muchas normas y nuestra institución se guía a través de muchos valores que yo aplaudo, pero me da mucha pena que gente, sobre todo algunos jóvenes, no los tengan en cuenta. No niego que pueda haber militares malos, pero en general, los que somos del montón procuramos no hacer ruindades, aunque haya de todo en este mundo.

El ejército español es de las profesiones que se han adaptado a los nuevos tiempos y no hay que olvidar que la mujer forma parte de las fuerzas armadas, siendo considerada igual en todos los aspectos que los hombres. No hay ninguna mujer que cobre menos por ser mujer. Dentro de poco tendremos a la primera general del ejército español y eso es porque el ejército se ha adaptado a los nuevos tiempos.

- ¿Al vivir en las Islas Canarias no consideras que te puedes perder ciertas oportunidades al no residir en la península?

Vivir en Canarias según mis circunstancias es estar en Madrid en tan solo dos horas y media. Los vuelos me cuestan fácilmente veinte euros ida y vuelta y es algo que no me ocasiona ningún trastorno económico. Tengo disponibilidad para poder viajar a la península gracias a mi jefe que me apoya en todo momento, por tanto, no me voy a perder nada porque tengo muchas herramientas para que eso no ocurra. Si no tuviera estas circunstancias especiales el trasladarse sería inviable. El canario o la persona que resida aquí se puede perder muchísimas oportunidades.

- ¿Qué te aporta Olga Lorente como representante?

El hecho de que Olga me diera esta oportunidad para mi fue todo un logro. Si yo siempre he tenido muchísima ilusión por ejercer esta profesión, ella hace que se incremente esa ilusión hasta a un nivel de primera división. Olga me ha abierto las puertas no solo en la profesionalidad de este oficio, sino también a la hora de entender esta profesión. Aquí en Canarias estamos más bien maltratados, no por el trato, pero si económicamente. Alguna vez hemos tenido que rechazar un trabajo de los que yo antes aceptaba porque el dinero que el cliente pagaba a los actores se quedaba por el camino, por tanto, no solo me ha abierto las puertas para trabajar en primera división, sino que también me ha enseñado que no todo vale.

Olga además confió en mi siendo yo un actor bastante atípico y, esto lo digo porque es muy arriesgado apostar por un actor que vive a un montón de kilómetros, con una profesión, con una dedicación familiar... Lo que me ha aportado Olga es como un regalo y a no ser que ella quiera prescindir de mi, yo no tengo ninguna intención de dejarla. Ella me está dando lo que no me va a dar nadie y menos aquí en Canarias.

- ¿Crees que tiene algo que mejorar como representante?

De entrada te digo que no. Con lo que está haciendo conmigo no puede recriminarle nada. En todo momento me enseña y por tanto, no tengo ningún pero. Siempre digo que lo que ella diga es lo que voy a hacer. La mayoría de las veces no sé ni por el dinero que voy a trabajar, si ella me aconseja que tengo que hacer algo lo haré. Lo que ella diga va a misa.