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  • Marta Mariñas

OLGA LOZANO, una actriz con mucha clase

Actualizado: 18 feb 2019


Olga Lozano es una actriz que se sumerge de nuevo en la historia de nuestro país. Ya había interpretado cinco veces el papel de la reina Sofía y ahora se atreve con la condesa de Oropesa en la época de Carlos V ¿No es increíble poder hablar con una actriz que ha formado parte de la realeza tantas veces? Y Olga no solo ha hecho esos papeles, también ha sido Toñi, la concejala de la película Un novio para Yasmina, filme que estuvo nominado al Goya en la categoría de Mejor Dirección Novel en 2008, entre otros múltiples papeles. En su vida real también estudió pedagogía antes de empezar su carrera de interpretación en una escuela tan prestigiosa como la de Cristina Rota ¿Quieres saber más sobre ella? ¿A qué esperas para leer esta entrevista?


- ¿Qué crees que hay de Olga Lozano en un papel como el de condesa de Oropesa?


En cada personaje que hace un actor creo que siempre hay algo de él. Si hablásemos de parecido físico con la condesa de Oropesa yo creo que no hay, como si que he tenido, por ejemplo, con la reina Sofía, que tuve una racha en la que la interpreté muchas veces, pero creo que este no es el mismo caso. Es difícil decir de forma tan concreta lo que hay de Olga Lozano, pero lo que sí que está claro es que siempre hay mucho de mi en cada personaje que hago.


- ¿Cómo te preparaste este papel?


El guión era bastante explícito y no era un papel con muchísima complejidad como el que tenía mi marido en la serie. Mi papel es de anfitriona y ya cuando Carlos V es más mayor. Yo siempre muestro fidelidad al rey y me considero como una devota de él. Para hacer este papel procuré poner la parte más elegante de mi. Si que es cierto que al ser un personaje del que no hay tantísima información, me tuve que plantear e imaginar yo misma como sería esta consorte de la que no se habla mucho. Algo que he notado especialmente, es la forma con la que se tratan los personajes, que no es tan cercana como la de ahora. Debo confesar que para hacer de noble siempre estiro un poco más el cuerpo, aunque primero fijándome en lo que dicta el guión.



Olga Lozano en el preestreno de la serie Carlos V. Los caminos del emperador

- ¿Crees que te sirvió el interpretar de reina de Sofía para poder hacer este papel?


Si que me ha servido para no olvidar la distancia que hay entre las personas en el ámbito real. Te das cuenta de que ellos tienen un cargo más importante al tuyo y de como hay un cierto protocolo en las formas de cada uno.


- ¿Cómo ha sido la experiencia del rodaje?


Muy buena, porque fue en el Parador de Jarandilla, que era el palacio de los Condes de Oropesa y la sierra de allí es muy especial. En aquel lugar vive mucha gente y al estar en ese entorno tan único, todo el equipo era una familia y se hace más piña. Además, allí se organiza una ruta de Carlos V y parte del pueblo era la figuración de la película porque contaban con su propio vestuario ya que, hacen actos sobre este mismo tema. La presencia de mi pareja allí también ha contribuido a que este rodaje haya sido uno de los mejores en los que he estado. El director también ha hecho mucho, porque aparte de que es muy cercano, ha provocado que el rodaje haya sido muy distendido. Con el actor Juan Gea hubo bastante química y es fácil contextualizarse con él. Manuel Zorrilla es también un muy buen compañero y te facilita mucho las cosas. Ellos dos han sido con los que más me he relacionado en el rodaje. Otra cosa que no hay que olvidar es poder llevar vestuario realizado por Cornejo, una experiencia increíble.


- ¿Te imaginabas que te ofrecieran en algún momento de tu vida el papel de la reina Sofía?


No, no me podía imaginar algo así, para nada. Además, después de hacer la primera vez de reina Sofía, ya me llamaron en varias ocasiones sin un proceso de selección y eso era impensable.


- ¿El interpretar a diferentes personajes que han formado parte de la historia de España crees que ha cambiado la concepción que pudieras tener tú sobre ellos?


Si, especialmente cuando interpretas a un personaje público o histórico, puesto que, dejas de verlo como una institución y lo ves como una mujer, en mi caso. Eso sobre todo lo noté en la película sobre el Golpe de Estado del 23 de febrero de 1981 (23F), ya que comienzas a ver los problemas que pudieron vivir y las responsabilidades que debieron tener en cada momento.


- Aparte de la carrera de interpretación tienes la carrera de pedagogía ¿por qué la estudiaste?


Estudié pedagogía sin una razón específica, porque yo tenía muy claro que quería ser actriz. Si que es cierto que no le he dado una gran rentabilidad, pero me ha servido para dar clases tanto de teatro como de francés, sumándose además a todos los conocimientos que adquirí sobre sociología, psicología, psiquiatría y para darme cuenta de la importancia de la educación. Especialmente me ha enseñado mucho acerca de lo fundamental que es la educación.


Realmente no sé porqué la estudié. Mis padres nunca me dijeron que no estudiara arte dramático, ellos siempre me apoyaron y me dijeron que hiciera lo que quisiera que así finalmente lo haría mejor. Al terminar, aunque podía haber trabajado sin problema de pedagoga, ya que salieron las oposiciones con muchas plazas en ese momento, decidí matricularme en la escuela de Cristina Rota durante 4 años y así, poder realizar lo que yo de verdad quería.




- ¿Ya de pequeña te imaginabas que te pudieras dedicar a ser actriz profesionalmente?


No exactamente. Yo de pequeña quería ser principalmente bailarina. Mi contacto con lo que es la ficción llegó a raíz de la televisión. Yo deseaba poder meterme en la televisión y vivir todas esas historias que se contaban en la pantalla. Más que imaginarme la interpretación como una profesión, lo que quería era vivir muchas vidas. Me fascinaría poder ser un dibujo animado, la abeja Maya era de mis favoritas. Además, más que una actriz yo lo que quería ser era una aventurera de ficción. No pensaba en si me iban a ver o no, yo lo que quería era protagonizar muchas vidas. Tardé mucho en darme cuenta de como podría entrar en el mundo de la actuación.


El personaje que ahora estoy haciendo en la obra de teatro Caimanes si me lo presentaran me caería fatal. Es una mujer que no tiene problema en decirle lo que piensa a la gente, no tiene ningún reparo. Aunque sea una comedia y al final la presencia de este personaje hace que vaya todo reconducido, esa mujer es una persona muy desagradable. La idea de meterme en la piel de otros personajes en la vida no lo haría, pero sí para que el público lo disfrute, que es de lo que se trata.


- ¿Cuál es el papel que te encantaría hacer?


Hay muchos. Dos de mis ídolos son Vivien Leigh y Meryl Streep. Sus interpretaciones en películas como Lo que el viento se llevó, Un tranvía llamado deseo y Memorias de África me apasionan. Meryl me gusta muchísimo porque a cada personaje le da un matiz muy distinto. En la película de Ricki, ella aprendió a tocar la guitarra a pesar de su ya avanzada edad. Ese personaje, por ejemplo, me fascinaría poder hacerlo. Si que es cierto que más que gustarme una única actriz, me gustan mucho las interpretaciones de distintos actores.





¿Te gustaría poder ser Escarlata O´Hara en Lo que el viento se llevó?


Igual que me encantaría ser la protagonista de Lo que el viento se llevó, también me fascinaría poder hacer de Isak Denisen en Memorias de África. Ella fue una mujer excepcional para su tiempo aunque en la película se refleje especialmente el amor por el piloto, interpretado por Robert Redford. Yo me leí el libro basado en el filme y se cuentan otras muchas cosas de ella y al final te das cuenta de que fue una mujer admirable para su época.


¿De todos los papeles que has hecho cuál ha sido el más especial para ti?


El papel de Toñi, la concejala de la película Un novio para Yasmina, una película de Irene Cardona, la directora que estuvo nominada al Goya en la categoría de Mejor Dirección Novel el año que ganó la película El truco del manco. Este fue un papel muy especial para mi. La directora tenía en mente un papel de una mujer con toques algo más masculinos, pero como yo tenía otra idea sobre ese personaje, me metí de otra manera en la vida de esta concejala bautizándola como Toñi. Recibimos muchas felicitaciones a raíz de esta película y a la gente, según vi, le gustó esta concejala. Fue un trabajo muy bonito y de hecho estoy pensando en meter en mi videobook algo más de esta historia, porque le falta algo de comedia y la vis cómica es la que más he trabajado.


¿Cómo es tu relación con tu representante Olga Lorente?


Mi relación con ella es muy buena y es la única representante que he tenido que quiero. Es muy generosa, muy buena y, aunque no tenga una amistad con ella de las de toda la vida, creo que está muy comprometida con sus actores y actrices. Yo he tenido muchísimos representantes y nunca había tenido a una como ella, que es capaz de crear grupo y además, está muy pendiente de todos nosotros. Es muy gratificante ver que tu estás bien y que además ella está dando todo para que nos salga cada vez más trabajo. Realmente es una persona que me llega al corazón.


¿Cómo os conocisteis?


La conozco porque ella era antes directora de casting e hice con ella varios. Cuando allí acudía, se notaba cierto buen rollo entre nosotras y era una alegría siempre verla. Un día, mientras buscaba representante me dije a mi misma que tenía que hablar con ella directamente para que fuera mi representante, y así ha sido.


¿Por qué crees que Olga confió en ti para que te unieras a su cartera?


Nunca me lo he preguntado, pero imagino que será por dos cosas: una por mi perfil, que era uno específico que ella no tenía y la otra, porque se dio cuenta de que mi material estaba bien como para percatarse de que no lo hago mal. El hecho de que seamos tocayas también suma. Mucha gente nos ha dicho que parecemos hermanas, y aunque no nos parecemos mucho, siempre han visto alguna semejanza entre nosotras.

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